Ahora que empieza el nuevo curso, es bueno recordar que a los adolescentes no solo los mata el coronavirus.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lucía, de 14 años, se hizo
una foto desnuda y se la envió a Javier. Lo hizo por amor.
Javier, de 15 años, le
reenvío la foto a su amigo Ismael para demostrar que era un conquistador. Lo
hizo por soberbia.
Ismael, de 15 años, le envió
la foto a una docena de compañeros y compañeras de curso, a cambio del pago de
un euro. Lo hizo por avaricia.
Carlos, de 14 años le envió
la foto a Pelayo a cambio de que lo invitase a una hamburguesa. Lo hizo por
gula.
Pelayo, de 16 años, le envió
la foto a Isabel, a cambio de una cita. Lo hizo por lujuria
Isabel, de 14 años, le envió
la foto a la tutora del curso para hacerle daño a Lucía. Lo hizo por envidia.
Luisa, de 34 años, tutora del curso, en vez de castigar a
Isabel y hablar con Lucía, se limitó a
enviarles la foto a sus padres. Lo hizo
por pereza.
Roberto, de 42 años, padre
de Lucía, la abofeteó cuando llegó a casa y la llamó puta. Lo hizo por ira.
Lucía se colgó de la lámpara
de su habitación hasta morir. Lo hizo por tristeza, por vergüenza y por
decepción.
Nadie se sintió culpable,
solo Lucía.
0 Comentarios
Agradeceré tus comentarios aquí