Nos empeñamos en vivir en un cuento de hadas y a veces las hadas nos sorprenden y se convierten en brujas. La vida real no es maravillosa.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Pesaban muy poco
pero aplastaban sueños.
Eran muchas
cosas buenas:
El trabajo que
le esperaba tras las oposiciones, que acababa de aprobar. Era el trabajo con el
que siempre había soñado, que tantos años de estudio le había supuesto y tantos
sacrificios en tiempo y dinero.
Aquel piso,
pequeño pero bien situado, con su habitación matrimonial y sus dos habitaciones
juveniles para los niños por venir. Desde la terraza podían sentarse a comer en
los días de verano, disfrutando del murmullo del mar y de la brisa de la
montaña cercana.
Y María, que
había soportado con él y por él tantos años de esfuerzo. María que nunca había
desesperado, que siempre le daba ánimos cuando él perdía las esperanzas de
sacar unas oposiciones tanto duras, que era la mujer de su vida y lo había sido
siempre desde que se habían conocido en tercero de EGB.
Era la vida que
siempre había soñado, por la que habían luchado los dos, la vida que ahora
tenían al alcance de la mano.
Los dos folios
que reposaban sobre la mesa pesaban muy poco pero rompían todas sus esperanzas.
Una y otra vez sus ojos repasaban la última frase, el resumen: Tumor no
operable.
0 Comentarios
Agradeceré tus comentarios aquí