Sobre el blog

Historias alegres que parecen tristes, historias rancias en busca de unas gotas de modernidad, relatos ingenuos pero cargados de mala intención

PEDRO Y LUIS

 





Iba a abrir la puerta del frigorífico, cuando sonó el teléfono.

-        -  ¿Diga?

-         -  Por favor, Pedro, perdóname.

No dije nada

-         - Lo de Luis fue un error, te quiero a ti.

Continué callado. No tenía nada que decir.

-        -  Comprendo que te duela enterarte cuando ya lo sabían todos los amigos. Te juro que lo de Luis está terminado. Solo me importas tú, no me dejes

-          - Lo siento, tengo que colgar. Estoy ocupado.

-          - Te quiero, Pedro.

-         -  Hablamos otro día. Ya te llamo.

Me preparé un bocadillo. Tenía hambre y lo comí con satisfacción mientras pensaba en la suerte que tenía de no llamarme Pedro ni tener novia.

Publicar un comentario

0 Comentarios

Me gusta