Tantas veces intentaron
quererse. Tantas veces se buscaron sin encontrarse que finalmente a nadie
extrañó que se fugaran juntos huyendo de ellos mismos. Dejaron atrás sus
matrimonios rotos, unos hijos que eran el reflejo de su propio fracaso y nietos
que los miraban como se mira a una naranja dentro de una exprimidora, Solo
tenían interés en sacarles todo el jugo posible.
Se habían conocido el
día de su primera comunión. El cura que iba a oficiar la misa se puso enfermo y
tuvo un desvanecimiento. Mientras trataban de reanimarlo y los feligreses
comentaban que el desmayo le había producido al cura un fuerte olor a alcohol
en el aliento, ellos se metieron en un confesionario y estuvieron media hora
larga jugando a médicos.
Comulgaron con la
conciencia de haberlo hecho en pecado mortal y fueron conscientes que para el
futuro tenían que escoger entre el juego de médicos y la comunión. Cada uno por
separado, decidió que preferían seguir jugando a médicos, pero no encontraron
valor para hacerlo juntos porque al mirarse veían las llamas del infierno en
los ojos del otro. De manera que dedicaron sus esfuerzos a jugar a médicos y
enfermeras con otras personas de distintos géneros.
Con el tiempo, fueron a
la universidad y allí coincidieron en las clases de Ecuaciones Diferenciales
Aplicadas a la Física II y como para entonces ya no creían en las llamas del
infierno no encontraron reparo en recordar el día de su primera comunión y
terminaron acostándose los martes y jueves primero al acabar las clases y con
el tiempo faltando a las clases.
Esto hizo que acabaran
suspendiendo la asignatura. Fue el único baldón en sus inmaculados historiales
y fue la causa de otra traumática separación.
El incidente los llevó
a casarse por separado, ella con un famoso traumatólogo y él con una
traumatóloga famosa. Se veían por Navidad en la fiesta anual del Departamento
de Física de la Universidad, pero no todos los años concluían la fiesta en un
cuarto de hotel, solo aquellos en que los dígitos del año eran un número primo.
Y pasaron los años,
tuvieron hijos y con el tiempo nietos y sus matrimonios burgueses y
bienintencionados acabaron en un trauma como era fácilmente previsible.
En la fiesta del año
2011 que es número primo, decidieron marchar a vivir juntos lo que les quedaba
de vida. El 31 de Diciembre por la mañana, llamaron a sus cónyuges desde el
automóvil en el que ya se habían embarcado rumbo a la libertad y les dijeron
adiós.
Varios kilómetros más
adelante, a mitad de una amplia curva de la A-8 él la miró y le dijo:
-
¿Supongo que sabes que no te quiero?
-
Pues claro, nunca me hubiera fugado con
un idiota que estuviera enamorado de mí. No quiero líos.
Él le dio un beso, ella
le metió la lengua en la boca y sin darse cuenta desplazó el volante a la
izquierda. Se empotraron contra un camión que venía cargado con 20.000 litros
de leche y la carretera quedó blanca en una extensión de 50 metros.
Ella murió
instantáneamente y el tardó un par de minutos en expirar. Su último pensamiento
fue que el accidente era un castigo por haber hecho la primera comunión en
pecado mortal.
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