Sobre el blog

Historias alegres que parecen tristes, historias rancias en busca de unas gotas de modernidad, relatos ingenuos pero cargados de mala intención

UNA TARDE DE PRIMAVERA

 



UNA TARDE DE PRIMAVERA


Era viernes y llovía. El agua rebosaba los sumideros de las alcantarillas formando charcos en la calle, mientras la gente pasaba apresurada, resguardándose debajo de sus paraguas, paraguas negros como alas de cuervos.

Se paró debajo de una cornisa, donde intentó resguardarse del agua y se entretuvo contemplando un gato callejero semioculto  debajo de la tapa corrida de una alcantarilla cercana, que observaba con avidez a una enorme rata gris que luchaba contra el torrente de agua de lluvia que la arrastraba hacia las garras del gato al que aún no había visto, porque su mirada maligna estaba clavada en la mirada indiferente del hombre que distraído continuaba contemplando la avidez del gato.

Cuando paró la lluvia, el gato se había comido la rata y el hombre continuó su camino. La enorme rata gris estaba infectada de rabia.

Y ahora también el gato.

No será hasta el lunes siguiente cuando se desencadene la tragedia. El hombre cruzará la misma calle, pisará sin percatarse la cola del felino, que revolviéndose le arañará y morderá furiosamente transmitiéndole la enfermedad.

Y desde la boca de la alcantarilla la cabeza decapitada de la rata seguirá mirándole fijamente.

Pero eso será el lunes. Hoy, después de la lluvia salió el sol y todos son felices. 

Todos menos la rata.

Publicar un comentario

0 Comentarios

Me gusta