Sobre el blog

Historias alegres que parecen tristes, historias rancias en busca de unas gotas de modernidad, relatos ingenuos pero cargados de mala intención

TÚNEL

 





Salí a correr como siempre a primera hora de la mañana, cuando solo me acompañan la niebla y el frio.

Tomé el viejo túnel de tren habilitado como senda, para cruzar hacia el Parque de Invierno. Setecientos metros en suave ascenso. Lo había recorrido muchas veces.

Conecté el mp3 y empezó a sonar  “Maniac” de Michael Sambello. Calculé que al terminarla estaría en la salida del túnel. Me sumergí en la música y corrí mecánicamente.

Cuando se reinició la canción me sorprendí. El final del túnel se veía tan  lejos como al principio. Miré hacia atrás, la entrada del túnel se veía también muy lejana. El GPS marcaba cero kilómetros, algo iba mal. 

La canción se repetía una y otra vez pero seguía sin acercarme a la salida. Decidí  parar, pero no pude, las piernas no me obedecían,  seguían el ritmo de la música en contra de mi voluntad.

Han pasado seis horas y sigo corriendo sin acercarme a la salida del túnel. Las piernas me duelen, creo que tengo varias roturas de fibras, porque el suplicio es insoportable. Pero siguen corriendo, siempre a la misma velocidad, mientras lloro de rabia y de impotencia.

Empiezo a pensar que voy a morir aquí y no sé para qué.

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