Me despertaron unos agudos gritos
y me asomé al balcón. Horrorizada contemplé como un tipo con la camisa manchada
de sangre acuchillaba salvajemente a una mujer en medio de la calle. Abrí el
balcón y le grité que la dejase tranquila, cuando vi salir del portal situado
enfrente a mi ventana a un vecino armado de un martillo que se dirigía a la
escena. Con alivio, pensé que iba a impedirle a aquel animal seguir
acuchillando a la mujer. Cuando llegó a
su altura, le descargó un martillazo en la cabeza a la mujer y le sonrió
salvajemente al asesino.
Desde un balcón lateral, una
mujer con sonrisa de hiena, que se cubría la cara con una mascarilla verde que
tenía un emblema en el lateral, gritaba “No es violencia de género, la
violencia de género no existe”. De algunos pisos llegaba el eco de tímidos
aplausos.
Desperté bañada en sudor. La
fecha del reloj despertador no marcaba el 8 de Marzo. Este año, han eliminado
del calendario esa fecha y han decidido que Marzo tenga a cambio dos días 9.
Nadie protestó por el cambio, nadie se atreve.
Me asomo al balcón. En la acera
hay restos de sangre que la gente esquiva con indiferencia.
Una mujer con cara de hiena y
mascarilla verde señala mi ventana a dos individuos de aspecto patibulario y visiblemente
armados.
Hay pandemias más peligrosas que
el Covid-19. Se lo que me espera, me subo a la barandilla de la terraza y salto…
Imagen de Tumisu, please consider ☕ Thank you! 🤗 en Pixabay
2 Comentarios
No quedará más que lucha y sangre por la supervivencia. Eso es la historia de la humanidad.
ResponderEliminarPoco avanzamos desde el Paleolítico. Seguimos siendo animales poco racionales
ResponderEliminarAgradeceré tus comentarios aquí