Sobre el blog

Historias alegres que parecen tristes, historias rancias en busca de unas gotas de modernidad, relatos ingenuos pero cargados de mala intención

HISTORIAS DEL CONFINAMIENTO (SALUD MENTAL)

 


HISTORIAS DEL CONFINAMIENTO (SALUD MENTAL)




Al vivir solos, los singles tenemos que cuidar muy bien de mantenernos cuerdos durante este encierro. Y algo fundamental es no perder cuenta del día en que vivimos, por eso tengo un calendario encima de la mesita de mi habitación, otro en la cocina y además todos los días miro el de mi teléfono móvil para estar seguro del día en el que vivo.

Para mayor seguridad, desde el inicio del confinamiento establecí un sistema para saber a ciencia cierta cuántos días han pasado y confrontarlo con los datos de los calendarios. Así creía tener un sistema fiable que me aseguraba no perder la cuenta. 

Empiezo a contar las semanas a partir de los sábados que es mi día preferido, el inicio del fin de semana, aunque ahora tengo la sensación de que las semanas no tienen principio ni fin. Por la mañana me quito los calzoncillos para entrar en la ducha, los echo al cubo de la ropa sucia y los dejo allí, así se cuantos días han pasado: Hay unos calzoncillos negros, otros azules, otros marrones, otros beige, otra vez negros, otros verdes y  unos blancos.  Siete calzoncillos me indican que ya pasó otra semana, pongo la lavadora e inicio otra vez la cuenta. Hasta ahora todo fue bien, y los guarismos cuadraban con las cifras que me daban los calendarios

Hoy cuando hice recuento me encontré con unas bragas rojas de seda.

Vivo solo, no veo a nadie desde hace semanas. No encuentro explicación.





Imagen de Kenneth McAndrew en Pixabay




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