Sobre el blog

Historias alegres que parecen tristes, historias rancias en busca de unas gotas de modernidad, relatos ingenuos pero cargados de mala intención

AL AMANECER

 

AL_AMANECER






Se que no tengo más remedio que abrir la puerta.

El miedo recorre todos los poros de mi cuerpo.

Un vómito agrio y desabrido me sube hasta la garganta.

Pero se que no tengo más remedio que abrir la puerta.

Es la hora en que las sombras de la noche ceden ante los primeros resplandores del día.

Mi ropa y mi cuerpo huelen a intemperie y alcohol.

Y se que no tengo más remedio que abrir la puerta.

El sonido desacompasado de los gruñidos que resuenan al otro lado de la puerta consigue erizar los escasos cabellos que sobreviven en mi cabeza.

Dentro me espera dormida y roncando mi mujer. Como todas las noches,  cargada de justos reproches.

No tengo más remedio que abrir la puerta

Y ni siquiera consigo encontrar la cerradura.




Imagen de Hands off my tags! Michael Gaida en Pixabay 

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