Imagen de Betsymar Sandoval en Pixabay Era un hombre que se habĆa hecho a si mismo. A los diez aƱos su padre le preguntó una noche: - ¿Sabes contar? - Si, padre. - ¿Hasta cuĆ”nto? - Hasta m…
Leer completo »Imagen de MurrrPhoto en Pixabay Nunca habĆa destacado en nada, nunca habĆa llamado la atención por hacer algo fuera de lo comĆŗn. Ni siquiera habĆa formado una familia. Era un solterón de mediana edad, que ocupaba un puesto secundario en una gestorĆa …
Leer completo »Los domingos, despuĆ©s de la misa de doce, cuando la gente iba a tomar el aperitivo previo a la comida, Ć©l se retiraba a su casa. No le gustaban las reuniones sociales. Se aseguraba de echar las cortinas del salón, abrĆa una botella de albariƱo que por la maƱana habĆa metido a enfriar en la neve…
Leer completo »En el paĆs de las gentes guapas, todos los hombres y mujeres son altos, rubios y tienen los ojos azules. Los domingos se reĆŗnen y bailan desnudos al son de arpas, flautas, laudes y chirimĆas. Si alguien nace moreno, deforme, con ojos oscuros o cualquier otra tara, les dan oportunidad hasta que …
Leer completo »E l suyo habĆa sido un matrimonio de conveniencia. Cuando conoció a Natividad Ć©l estaba desbocado como un burro en celo. TenĆa dieciocho aƱos, era feo, pequeƱo, tirando a obeso y poco hablador y las chicas de su edad tendĆan a ignorarlo. En la Academia donde estudiaba, en los bailes de los doming…
Leer completo »Cuando me abordó en el baile, me pareció un don nadie. Le di un no por respuesta. DespuĆ©s, cuando insistió, acabĆ© cediendo, porque estoy en esa edad en la que empiezas a aprovechar lo que salga. Al mes me regaló una preciosa gargantilla de Ć”mbar, de un intenso color rojo, engarzada en…
Leer completo »Imagen de TanteTati en Pixabay Cuando lo vi llegar era demasiado tarde, no tuve tiempo para cambiarme de acera. Caminaba, como siempre, apoyĆ”ndose en un bastón. Pero renqueaba mĆ”s y se le notaba mĆ”s viejo, mĆ”s sucio y mĆ”s triste. Los ojos, acuoso…
Leer completo »Al terminar el dĆa, despuĆ©s de dar por finalizada la jornada nos gustaba sentarnos a leer antes de abrir la cama. Yo siempre tomaba un vaso de leche templada y Catalina un tĆ© verde. Me gustaba mirarla por el rabillo del ojo cuando estaba concentrada leyendo, ver como movĆa sus grandes ojos verdes…
Leer completo »Al primer pitido del despertador, me levantĆ© como todas las maƱanas. Hice mis deposiciones, me duchĆ©, preparĆ© el desayuno y despuĆ©s de tomarlo, me vestĆ con mi ropa de trabajo. EscuchĆ© en la radio el avance de las noticias de las siete y comprobĆ© que otro dĆa mĆ”s no habĆa motivos para la espe…
Leer completo »Todo empezó con la costumbre de depilarse con navaja de afeitar. Todas las semanas la afilaba con todo cuidado frotĆ”ndola enĆ©rgicamente contra la badana y despuĆ©s se metĆa en el plato de ducha para afeitarse cuidadosamente todo el cuerpo. A partir de aquĆ, una sucesión de errores absurdos le …
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